Somos un universo inquieto, una marca audaz dispuesta siempre a dar un paso adelante donde los demás retroceden sin haberlo intentado. Un espacio para descubrir y aprender, un espacio para descansar y celebrar, para vivir conexiones increíbles, creado para el disfrute de de todos aquellos viajeros que cruzan el umbral de lo cotidiano hacia nuevas realidades de la diversa y encantadora geografía humana.

Las personas

TESOROS POR DESCUBRIR

MASAYA está lleno de ellos, desde la recepción misma hasta las exquisitas  conversaciones del bar, en sus confortables y divertidos espacios o diversas actividades, en la cocina donde a fuego lento se comparte las aventuras cotidianas del día o los descubrimientos extraordinarios que están por venir en la noche.

Un lugar como punto de partida para derribar fronteras y hacer del mundo un solo país en el que nadie es  extranjero sino simplemente un viajero que transita por diversos territorios y mágicas realidades.

Los espacios

VENTANAS Y PUERTAS DEL MUNDO

Paredes que no son paredes. Espacios vivos, abiertos, diversos y contrastantes cargados de coloridas emociones, y buenos sentimientos por una cultura local que circula libremente por los pasillos; imágenes e  historias que ilustran leyendas vivas y legendarias, que invitan como puertas a entablar diálogos de asombro, aprendizaje y descubrimiento.

El entorno

ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA

Masaya está ubicado entre paisajes inquietos, genuinos y auténticos, nunca por casualidad sino por elección, entornos donde la dimensión temporal se borra cuando se vive y se disfruta la experiencia. Un mundo único y particular, rodeado de realidades cotidianas, citadinas o espacios naturales increíbles.

La responsabilidad de viajar

UN VIAJE DONDE SIEMPRE NACE Y CRECE LA VIDA

La cultura Masaya trasmite al viajero un valor que lo lleva a disfrutar y compartir responsablemente su experiencia, a través del cuidado y la protección de los ecosistemas naturales, humanos, sociales, culturales y  urbanos que visita, transita y descubre.